dilluns, 2 de febrer del 2009

La situació del tèxtil a Europa

Durant la sessió plenària del Parlament a Estrasburg avui ha tingut lloc un debat sobre la Producció i la ocupació en el sector tèxtil i de la confecció en diversos Estats membres. L'origen és una pregunta de la Comissió de Comerç Internacional adreçada a la Comissió Europea. Heus aquí la transcripció i el video de la meva intervenció:

"Señora Presidenta, señora Comisaria, como vemos en los últimos tiempos, el sector textil está sufriendo una importante crisis que ha acarreado numerosos cierres de empresas, deslocalizaciones y desempleo; hechos que se concentran precisamente en regiones especializadas en esta actividad. Ante esta situación actual de coyuntura económica de crisis, la Comisión Europea debería actuar de manera rápida al lado de los Estados miembros para paliar los efectos socioeconómicos de esta reestructuración, especialmente dramática para los territorios y las familias afectadas. ç

Pienso que es necesario prestar ayuda a los trabajadores y trabajadoras del sector textil y de la confección con medidas sociales, con planes para las empresas que son objeto de restructuración y que se encuentran en estos momentos en serios apuros. Sería deseable destinar una parte sustancial del Fondo de Adaptación a la Globalización a la reestructuración y recalificación del sector textil y, en particular, a las pequeñas y medianas empresas, que componen mayoritariamente el sector en la Unión Europea y que sufren en mayor medida los efectos de la liberalización del mercado.

Por otro lado, es necesario restablecer el sistema de control de las importaciones procedentes del exterior y, especialmente por su volumen, de China. No se trata en absoluto de promover barreras comerciales. Se trata de compensar los efectos negativos de tal importante transformación, y es que tampoco debemos olvidar que la Unión Europea es el segundo exportador mundial de productos textiles y de prendas de vestir, lo cual hace necesario garantizar las mejores condiciones de acceso a los mercados de terceros países esenciales para el futuro de la industria textil y de la confección con sede en la Unión Europea y, en especial, para las PYME.

Todo esto, por supuesto, garantizando siempre una competencia leal sobre la base de la promoción de normas medioambientales y sociales en estos países. En este sentido, la publicación de la correcta información al consumidor, por ejemplo con el Reglamento sobre la indicación «made in» , que, por lo que sabemos, no se ha implementado, sería de gran utilidad, ya que, entre otras cosas, implicaría someter a los productos importados a los mismos requisitos en materia de seguridad y protección de los consumidores que aquellos fabricados en el interior de la Unión Europea."